viernes, 31 de mayo de 2013

‘Udaltop’: edilicias topaketas (y 2)

Euskosusurros


«Una noche fría, muy fría, un grupo de puercoespines se apiñaban para darse calor. 
Ahora bien, si lo del calor funcionaba, en cambio sus espinas les hacían el contacto insufrible, pinchándose unos a otros. De modo que se separaron,  y separados sintieron frío.
Vuelven  a apiñarse y, en consecuencia, a pincharse.
Así aquella masa animal se contraía y dilataba rítmicamente, por efecto del frío y del contacto molesto.
Hasta que aquel conjunto palpitante alcanzó un equilibrio: una distancia crítica satisfactoria entre individuos.
Sólo así pudieron descansar y, lo que era más importante, sobrevivir hasta el día siguiente.

Moraleja:
Fue una solución de compromiso, no por empírica menos ‘racional’: algo menos de calor que apretujados, pero con el beneficio de no herirse unos a otros.
Por añadidura, la cultura puercoespinesca había ganado un concepto inédito: lo que en lo sucesivo  se entendió por ‘distancia de cortesía’, integrada a perpetuidad en las normas de  ‘Convivencia’ de la especie.»

Cuando leí por vez primera este (supuesto) apólogo alemán, en la Sociobiología de Wilson (1975, pág. 257) [1], no se me ocurrió pensar que el grupo de ateridos animalejos pudiera beneficiarse de algún espontáneo ‘susurrador de puercoespines’, que les soplara con suavidad la solución correcta. Se habrían ahorrado pinchazos y malos humores.
Además, qué más da. Mejor no correr el riesgo de un susurrador imaginativo, sugiriendo (por ejemplo) ponerse a bailar todos a lo suelto un zapateado frenético para entrar en calor. O peor aún: que dos de cada tres puercoespines se arrancaran sus púas para calentar mejor al otro tercio sin causarles enojo.

La V Topaqueta


       El pasado día 13 me ocupé de Udaltop, esa genialidad del Ayuntamiento de Lasarte-Orio, para ir ‘normalizando’ el vascuence en la zona a base de topaketas anuales.
Este año iban por la quinta edición. La V  Topaketa (abril 25/26) versaba sobre “¿Cómo activar a los paisanos para platicar con el ayuntamiento en vascuence? ¿Qué y cómo hacer, para que nos veamos en vascuence?” [2]
«Vernos y hacernos ver en euskera»: otro hallazgo expresivo complementario del «vivir en euskera».
Este año han sido en total 11 ponencias –todas en vascuence, menos una en catalán, doblada al batúa; ni una concesión al castellano–, con 17 ponentes ante un público como de 70-80 personas. 

Abrió la topaketa el Dr. en Psicología social y Prof. de la UPV Eduardo Apodaka Ostaicoechea, con la ponencia “Activación para hablar en euskera: algunas ideas desde la Psicología Social”.
El texto escrito, mayormente teórico y revestido del empaque que suele envolver las obviedades y rudimentos, para mejor inteligencia del público fue traducido por su autor a un vascuence más coloquial y atractivo, hay que reconocerlo. Atractivo, dicho sea con toda la ironía necesaria, tratándose de tema tan sórdido como es la manipulación social de la mayoría ciudadana por una franca minoría, para que cambie sus hábitos lingüísticos en el sentido fijado por la Administración Vasca, bajo el eufemismo de ‘normalización’ y eso de ‘vivir en euskera’.  

       ‘Activación’: otro eufemismo, para designar una manipulación impresentable. Y en reconocer esa ecuación, esa sinonimia, el psicosociólogo no se corta un pelo.
En ese supuesto, no era de esperar del ponente ni un asomo de crítica o de llamada a la honestidad. No le pagaban para eso. Su única crítica fue para las técnicas ineficaces y las prácticas contraproducentes. Es sabido que al funcionario municipal se le exige un vascuence de alto nivel. Lo cual no quiere decir que deba hacer alarde del mismo a través de la ventanilla, apabullando al  ciudadano que sólo chapurrea. Pues eso.

Más curiosas y de alcance fueron sus declaraciones en entrevista para la prensa.

P. «Concienciar, sensibilizar, motivar… ¿‘Activar’, es más de lo mismo?»
R. «Si ‘concienciarse’ es adquirir un conocimiento y ‘sensibilizarse’ adquirir sentimientos positivos, cuando hablamos de ‘activar’ decimos que, además, actuará de una manera determinada

¡Caray, profesor, eso suena un poco fuerte!
En efecto, él mismo es consciente de ello, sabe que lo sabemos y que estamos sensibilizados, aunque no sea positivamente. Por eso él mismo se cura en salud:

R. «Yo, de todas maneras, empecé mi intervención poniendo un poco en tela de juicio el concepto de activación [¡!], porque, para que un cambio de comportamiento sea durable, es el sujeto –la gente, en definitiva– quien tiene que tener el protagonismo.»

Pues menudo susto que nos ha dado, a lo que se ve, para nada.

P. «Mientras eso no se produzca, ¿seguiremos dando vueltas y más vueltas a la paradójica relación entre conocimiento del euskera y su uso?
R. «Claro, esa es la claveSuponemos, y es mucho suponer, que las actitudes hacia el euskera y su uso son favorables, pero luego hay un abismo entre los resultados de esos estudios y el uso real… »

O sea, que sin la bendita ‘activación’ no hay nada que hacer. En las encuestas, la gente tiende a lo políticamente correcto, y luego va y hace lo que le da la gana. La Administración ya tiene sus estadísticas para la galería, y como instrumento de presión. Si encima se las cree es problema suyo. La realidad social va por otro lado. A menos, claro, que intervengan los ‘activadores’ sociales –cobrando, por supuesto–, según los modelos que plantea Apodaka. Si la cosa funciona, la ciudadanía tomará el relevo y –esto ya gratis, sin dinero de por medio– y se convertirá en protagonista de su propio sacrificio altruista. A esto le llamaban los místicos ‘conversión’. ¿Estaremos hablando de mística?
Maleducado de mí, he interrumpido a don Eduardo. ¿Decía…?

R. «Decía que el problema en Ciencias sociales es que siempre hay un gran salto entre la sensibilización y la concienciación, y la práctica.»

 Ante tan hondo pensamiento, impávida la entrevistadora insiste en el caso concreto del euskera. De nuevo Perogrullo inspirando al interpelado:

R. «Hay que abordar otros aspectos como, por ejemplo, las competencias lingüísticas… »

Dicho en román paladino: los euscaldumberris prefieren hablar en castellano porque no se fían mucho de su batúa, y hacen bien, porque casi siempre aciertan, y aun suelen ser muy optimistas.  
Un profesor, un científico serio, debería sentir piedad por esa pobre gente, y no torturarla con experimentos de ‘activación’ inhumanos. Pero ¡quiá!, en Udaltop lo que se pide son resultados.  Así, tras reconocer Apodaka que las encuestan mienten, él mismo como que hace otro tanto y halaga a los patronos:

P. «¿Sugiere eso que muchos diagnósticos y políticas se basan en verdades a medias?
R. «O que se ha hecho un trabajo social de adaptación al entorno. Hay un estado general favorable al uso del euskera, y luego hay una pragmática (sic) y una serie de normas tácitas sobre el uso, que distan mucho de apoyarlo.»

Como no se refiera don Eduardo a una conspiración generalizada contra el uso del vascuence, de verdad que no le entiendo muy bien. Pasemos por alto esa ‘pragmática’ (que debe de ser ‘práctica’ o ‘praxis’, supongo), ¿a qué normas tácitas se refiere? Tal vez a ésas del tipo, «donde haya dos o tres reunidos en nombre del euskera, en llegando un castellano hablante se pasará al  castellano».  Si es así –y excluída la supuesta conjura anti eusquérica–, será cuestión de averguar, a quien le importe, el sentido de esas ‘normas’: cortesía, conveniencia, o incluso comodidad de quienes dejan con alivio una conversación algo larga en eusquera, que también ocurre.  
Pero más me sorprende la afirmación, «hay un estado general favorable al uso del euskera». ¿De veras? ¿Cómo lo sabe? A ver si también el sociólogo se cree sus encuestas…
No, claro que no:

R. –«A veces nos hemos engañado con la idea de que había un consenso general, pero yo creo que nunca ha existido un consenso sobre lo que se quería hacer…»

A punto de romper en un aplauso, lo que sigo leyendo me deja perplejo:

R. –« … Más bien ha habido un consenso sobre dónde se quería dejar el tema de la lengua, y de dónde se quería sacar. »

¡Consenso! Como ya toqué eso del consenso o ‘asenso taciturno’ en los inicios de este blog, allá me remito. No se confundan los consensos y trapicheos entre políticos y el consenso ciudadano sobre un tema tan sensible como la modificación del mapa lingüístico y la euscaldunización forzosa de toda una generación (que se dice pronto), sin un referéndum ni consulta al respecto.

El resto de la entrevista es un sí,  pero no, una ensaladilla de sensatez y cinismo, en torno al euskera. Se reconoce la realidad de

«diferentes grupos y posiciones de interés…, y que se expresen también las posiciones absolutamente contrarias a su extensión»
«La gente está implicada de forma muy integral en el uso de la lengua [de la propia, se entiende], por lo que modificar sus costumbres en esa materia es modificar a las personas y construir nuevas identidades»
«Durante un tiempo, el fundamento de esa identidad ha sido la identidad nacional, la construcción de un sujeto nacional vasco individualizado. Se iba a la contra, era una reacción a la homogeneización nacional española que se había construido mediante la escuela y otras instituciones. Pero esos modelos yo creo que van cediendo… »

¿Libertad lingüística, por fin? Y naranjas de la China:

P. «Hay que buscar nuevos caminos y nuevas perspectivas para avanzar en la normalización del euskera. »

R. «Creo que de eso somos todos conscientes. Hemos pasado de una fase en la que imperaba un modelo de intervención social clásico… Ahora vemos que… el cambio social es un cambio de las personas.  Tiene que ser asumido por ellas mismas, y ‘asumido’ quiere decir que tienen que ser las protagonistas.»

Mi gozo en un pozo, maestro. ¿Algún alivio siquiera? Sí:

R. «Reivindico para la lengua [vasca] que se creen ambientes confortables para cambiar actitudes».

Porque cambiar, eso de todas todas. Y puesto que el cambio está decidido de arriba abajo y no es negociable, que a lo menos ese cambio, la euscaldunización, la imposición y el trágala para la construcción nacional nos sea leve, en espacios confortables, donde los implantes de masa encefálica programada nos activen las áreas placenteras, y disfrutemos en nuestra nueva identidad.



       Idílico y etílico
Coincidencia, hoy mismo nos hablaba la prensa de uno de esos espacios idílicos de reencuentro en el implante ancestral. El Ibillaldi de este año –esa fiesta del euskera para el euskera– se ha celebrado este año en Portugalete. 
Precisamente ‘Portugalete, «donde el vascuence fenece» (Garibay, siglo XVI). Un espacio confortable para miles de euskaltzales (amantes del vascuence), bajo el lema bíblico, «Aldapa leunduz», ‘Suavizando la cuesta’: 

       «Todo valle se terraplenará,
todo monte y cuesta se suavizará,
los caminos sinuosos se enderezarán,
y los vericuetos se allanarán» (Isaías, 40: 4)

Un paisaje confortable para «vivir en euskera» y para «dejarse ver en euskera». Aunque también para dormir la mona en euskera la turba de borrachuelos. Más de 30 casos de coma etílico advertía el Ayuntamiento, contando sólo los atendidos por la DYA. «Morir en euskera», no por esta vez, a Dios gracias.

–¿Y qué culpa tiene de eso el vascuence?
–Ninguna. Ha sido toda del alcohol. Como lo de aquel simplón del barrio bilbaino de La Peña, que habiendo hecho un estropicio con ácido se disculpaba:
Yo n’ha sío, ha sío al ásio.

Hizo gracia y le absolvieron. O sin ir tan lejos en el tiempo, como el otro simple que comentaba ayer la noticia en El Correo:

«¿Pero a dónde vamos a llegar?  31 comas etilicos, de más de 100.000 personas...  El porcentaje suele ser mas alto en Pozas un día de partido, por poner un ejemplo. ¿De verdad os parece tan grave, que sale a 3 de cada 10.000? ¿No estaremos exagerando un poquito con todo esto?...  He estado en la feria de Sevilla y Cordoba,  y alli los españoles de sobrios , silenciosos y respetuosos nada de nada. Y aqui el castellano parlante tampoco es mejor o peor que el euskaldun. .. A ver dime una sola fiesta donde no se haga lo mismo. .. Yo estuve todo el dia en los 4 gunes y si que vi chavales pasados, pero no eran la mayoria como quereis hacer creer.» (Ayer, 11:37 AM)
 _____________________________________ 

       [1] Hay trad. españ. Edward O. Wilson, Sociobiología. Omega, 1980.
[2] “Nola aktibatu herritarrak udalarekin euskaraz jarduteko? Zer eta nola egin, euskaraz ikus gaitzaten?” ) 
No se fien mucho de este traductor. Fíense aún menos de los traductores automáticos de euskera. Por ejemplo:

Trad. automática:
1. Google multilingüe:
Cómo permitir que los ciudadanos actúen de? Lo que hay que hacer y cómo hacerlo, vea en nosotros?
2. Opentrad gratuito:
La activación de este objetivo se con el Ayuntamiento para adquirir competencias en euskera? ¿Qué y cómo hacer para hacer nos visibles en euskera?





11 comentarios:

  1. ¡Que razón tiene, querido amigo!. Es patético ver el esfuerzo de toda esta gente, comulgando con ruedas de molino, balbuceando malamente en su espantoso batua. Aquí, en Donostia (de soltera San Sebastián), de vez en cuando colocan unas bien asentadas y caras carpas en el boulevard, con muchas mesas dentro, alrededor de las cuales se sientan los voluntarios practicantes de vascuence. Al conjunto se llama ¡¡¡Mintzódromo!!!, es decir hablódromo o así. Patéticos los esfuerzos de los talluditos mintzantes, pues lo que se ve allí es gente más que cincuentona, que borreguilmente se suma a estas idioteces. Su argumento es que no les dejaron aprender euskera de niños, mentira, simplemente no estaba programado, y ahora quieren saberlo para hablar con la juventud. Otra mentira: a la juventud no le sale hablarlo, es la lengua de la escuela, una lata, vamos. Hace pocos días lo pude constatar, pues asistí a una función teatral en una de las ikastolas de referencia de akí. observé que los adolescentes, en sus grupillos, hablaban solamente español, y usaban el vasco cuando se dirigían a la andereño o a algún padre militante. Y los grupos de padres, también hablaban entre ellos la lengua del imperio, of corse.
    Con lo que se constata que toda esta reeuskaldunización ¿? es un puro cuento para nutrir a los cientos de maestros que se subieron al carro de una ficción bien tramada.

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  2. Querido Profesor, gran entrada para asunto tan lamentable. Este teórico del totalitarismo -como ha habido tantos en la historia- que nos deescribe, apuesta por la seducción para conseguir la "normalización". ¿Como se puede denominar de tal manera a la imposición de un estado de cosas que nunca existió?

    Utilizamos correctamente el concepto normalizar cuando algo se ha visto alterado por circunstancias excepcionales o, al menos extrañas, a ese "algo" y se actúa para que vuelva al estado original. Pero no calificamos de normalización a una actuación tendente a imponer un estado de cosas que nunca ha sido "normal".
    Sin embargo se utiliza para disfrazar las intenciones totalitarias, manipuladoras, en definitiva, execrables.

    Veo que termina Vd la serie "Udaltop", y sin embargo me gustaría saber cuales son las técnicas de seducción que se van a poner en marcha, aparte de los dionisíacos Ibillaldis.

    Reciba un un saludo afectuoso de su devoto lector.

    PS
    Estoy haciendo todo lo posible por acudir al ágape. Tengo mucha ilusión por conocerle personalmente.

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    1. Gracias por la idea, don Cándido, y disculpe la tardanza en contestar. Me refiero a la «tecnicas de seducción», que sí me gustaría tocar en una entrada, aunque ando apretadillo de tiempo.

      Celebraría mucho que nos conozcamos en Vitoria. Un saludo.

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    2. Don Belosticalle, me hace Vd un honor que valoro mucho. Sí, nos conoceremos, salvo causa mayor, ya tengo los billetes de tren.

      Nada que disculpar.
      Un saludo muy afectuoso y hasta pronto.

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  3. Pues que si ya hay melones cuadrados, por qué no cualquier otra cosa que se nos ocurra, piensan nuestros ingenieros planificadores. Y aquí la gente está tan seducida que elige una lengua para la escuela de sus hijos que no es su lengua (querido Belosticalle, no recuerdo ahora el o los magníficos artículos donde trata de las directrices de la UNESCO sobre educación y lengua materna; me parece que uno se titulaba "Lengua maternizada"), seducidos todos por el irresistible encanto y el embrujo incomparable de las leyes de normalización lingüística, y sus consecuencias ciertas para el futuro de esos hijos. Y que yo también vengo apreciando lo que tan justamente observa Pussy Cat. El martes mismo en una parada de autobús, unos chavales de bachillerato o primeros años de carrera hablaban en castellano de un examen que acaban de hacer, un examen en euskera: "En la tres le he metido un montón de cosas: la franchés iraulcha, la industrial iraulcha..."; "... y te hace un laburpena del artículo, en plan de...". Este es el estilo y me parece una tragedia, porque no disponen del vocabulario básico de las diferentes áreas de conocimiento, un logro fundamental de la escolarización. Y como suelen ser conscientes de ello, muy a menudo escogen también las líneas en euskera en la universidad, aunque no lo deseen; es que no saben decir ni 'columna', será por la seducción de 'Zutabe', que tiene una sombra muy alargada.

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    1. Por cierto, memoriosa elefanta, ¿cuál sería la verdadera razón de ser del neologismo ‘zutabe’, teniendo kolumna, y hasta koluna?

      Esos inventos por lo común no tienen otro objeto que hacer más críptico el idioma, alejándolo hasta del latín, pensando que lo que borran es el castellano.

      ¿Qué le parece, ‘zutabe’ metátesis de ‘tuzabe’? (–¿Tú zabe cómo se dise columna en vascuense? –Bai, jauna: zutabe.) Pero no, no puede ser, porque por esa regla, koluna sería locuna (o una col).

      Un beso en jelz bemol mayor.

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  4. Querido Profesor Belosticalle
    Ante todo :
    ¡¡¡ Muchas Gracias por esta nueva entrada !!!

    Pues en mi infancia y juventud, nadie en mi ambiente hablaba vascuence. Y se nos hacía inmersión lingüística, sí, pero con el francés primero, y luego con el inglés , y en casa ( yo no fui al colegio hasta el bachillerato superior, y, por ejemplo, las tablas de multiplicar, cuando las necesito recordar en mi cabeza, las recito en francés que es como las aprendí ), pero nunca con el vascuence.

    En cambio, en los diferentes coros en que he cantado, sí que se cantaba muchísimo en ese idioma. Siempre tuve mucha curiosidad por aprenderlo, pero a base de diccionarios y gramáticas, y yo sola, es bastante imposible.
    Me compro todas las ediciones bilingües de canciones vascas que encuentro ( que esa sí sería para mí una forma placentera de aprender ), pero los textos en español de las canciones vascas están escritos para poder ser cantados, y claro, no pueden ser traducciones literales. Te enteras del sentido general de lo que cantas, pero no de lo que dice cada verso, ni de los giros del idioma, y resulta de lo más frustrante.

    A mí me parece que están encantados de que los que, sabiéndonos vascos, vivimos en el resto de España, y nos sabemos también españoles, no conozcamos el vascuence, para podernos discriminar cada vez que volvemos a nuestra tierra de nacimiento, o cuando intentamos ir a vivir allí el tiempo que nos quede...
    Y esto me parece un contradios, sobre todo viendo lo que se han desperdigado los vascos por el mundo, y lo extendidos que están los genes típicos vascos, tanto los paternos como los maternos, por Escandinavia, por los Paises Bajos, por Asia, por América...

    Pero bueno, cuando vaya a San Sebastián, y quiera cantar con los demás, no pienso volver a cantar en vascuence y sin entender lo que canto. Cantaré la versión en español, y al que le pique, que se rasque
    ¡ Habernos facilitado a los maketos la tarea de entender cada palabra vasca !

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  5. Pues... ¡¿Qué decirles?! Que lo de "Portu" me resultó la fiesta patronal de Nuestra Señora del Sindrome de Estocolmo.

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  6. Que bonitos carteles. Quiero que me peinen en eusquera: supongo que se refieren a ese sufrido corte consistente en combinación de flequillo y crin caballuna. Compro el pescado en eusquera, afirma otro ante la mirada atónita de unos peces que aguardan para ver si su destino gastronómico se decide en una u otra lengua.
    Y mientras tanto la gente se resiste a dejarse normalizar del todo, pero esta resistencia no parece estar motivada por el apego por la libertad: sencillamente estamos ante una lengua complicada.

    La verdad es que bromeo por no llorar. Un abrazo.

    p.d. Aquí en las islas hemos sufrido folletos parecidos

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    1. Cuento los días y las horas hasta vernos en Vitoria, chez Capitán Alatriste, querido amigo. Un abrazo.

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  7. Da mucha pena leer todo esto, aunque me ha hecho mucha gracia la forma en que lo ha diseccionado. Un abrazo, Maestro.

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